De la Gran muralla a las tierras de Genghis Khan

Los primeros dias por Beijing fueron algo intensos. Nos recibieron en su casa, con tremenda hospitalidad Weyin y Sudan con quienes compartimos achinadas cenas por la ciudad, llenas de extravagantes sabores. Casi sin tiempo para prepararnos para las largas jornadas de marcha recorrimos las pasos indispensables de los visitantes: Ciudad Prohibida 故宫, (donde vivian los emperadores y sus funcionarios), Plaza tiananmen 天安门, (donde esta el mausoleo de Mao), el Templo del Cielo 天坛 (increible lugar de culto de los emperadores), El Palacio de verano 颐和园, (donde los emperadores se refugiaban del calor del verano y descansaban de sus tareas) y finalmente, La Gran Muralla China 长城, (ideada para defender al imperio de las amenazas Mongoles a cargo de Genghis Khan: 'la fortaleza de la muralla depende del coraje de quien la defiende') Hay que aclarar que nunca sirvio a su proposito original sino que su mayor utilidad era la del trasnporte de tropas y mercancias por tierras altas y la de informar, mediante un sistema de senales de humo desde sus torres de vigilancia de los movimientos del enemigo a la capital. Despues de llegar a una ciudad intermedia, tuvimos la gran suerte de dar con un taxista que nos llevo a una parte de la muralla adonde no van turistas, y que no esta reparada, sino que se asoma de la naturaleza. Nuestra visita a la Gran Muralla fue entonces en solitario, y a una parte que conserva el inexorable paso del tiempo. Llegamos despues de una hora de treking por un camino que a veces intentaba desaparecer bajo nuestros pies, una subida intensa que, en su fin, premiaba con una exclusiva y privada vista de una muralla no acondicionada para turistas, y lo mejor de todo, es que estabamos totalmente solos! Una linda Experiencia: En los alrrededores del templo del cielo presenciamos un momento de distencion en el que los Chinos bailaban en un parque, cada uno a su ritmo, una musica algo moderna para su aparente edad. Se veian muy felices y sobre todo creativos a la hora de moverse, nos impresiono la libertad y la falta de prejuicios a la hora de expresarse. (ya subiremos fotos y videos) El siguiente destino (despues de un dia mas relajado por Beijing donde la memoria de nuestros paladares no podra olvidarse del pato de peking) fue la ciudad de Ulaambatar, desde donde les estamos escribiendo (sin el efecto de las politicas chinas para bloquear blogger!). Tomamos el tren Transmongoliano, recorriendo durante 36 horas un paisaje impresionante que cambiaba para llevarnos de a poco hasta el desierto de Gobi. En el tren nos acompano Jun Jun, un joven Mongol de unos 12 anos cuyos rasgos delataban sus origenes, que durmio casi 30 horas. Ya en Ulaanbatar, y luego de la impresionante experiencia del Transmongoliano, dedicamos esta manana a visitar un Monasterio. Nos preparamos ahora para entrar en territorio salvaje, segun nuestra brujula hacia el noroeste. Los invitamos a ver las fotos.
Hasta la proxima cronica! Anafranz